(ANSA) PALERMO - Tiene una estructura física robusta, una leve sonrisa como en una foto de grupo y el pelo gris: la policía reconstruyó el nuevo identikit de Giovanni Motisi, el último gran fugitivo de la mafia terrorista, con la técnica de progresión de edad aplicada a imágenes antiguas de los años '80 y '90 encontradas en la casa del capo.
Para hacerlo identificable, en el laboratorio de la policía científica se intentó reconstruir, con el apoyo de la inteligencia artificial, la apariencia del gran fugitivo.
Es la misma técnica utilizada para el retrato hablado de Matteo Messina Denaro y consiste en el envejecimiento progresivo fisonómico del sujeto y en el tratamiento de algunos perfiles antropométricos que caracterizan al círculo familiar.
La difusión de la imagen actualizada de Motisi, llamado 'u pacchiuni (el gordo), buscado desde 1998, se decidió para cerrar el círculo alrededor del jefe, que tiene 65 años y está en la lista de fugitivos de "máxima peligrosidad" del programa especial de búsqueda del ministerio del Interior.
Su historia criminal en la jerarquía de la Cosa Nostra pasó por uno de los crímenes más graves de los años de plomo: el asesinato el 6 de agosto de 1985 del vicecomisario Ninni Cassarà, jefe de la sección investigativa de la brigada móvil, uno de los investigadores más apreciados por Giovanni Falcone.
Ese día también fue asesinado el agente Roberto Antiochia, quien había pospuesto sus vacaciones para participar en la investigación del asesinato del comisario Beppe Montana el 28 de julio de 1985.
Precisamente para coordinar la investigación sobre la muerte de su colega, Cassarà no había vuelto a casa en varios días y por eso se sospecha que una fuente interna informó al grupo de fuego apostado frente a la casa del vicecomisario.
En el comando también estaba Motisi, quien, según el delator Francesco Paolo Anzelmo, también había participado en las reuniones preparatorias convocadas por Totò Riina.
En ese grupo de fuego con Motisi también estaban Salvatore Biondino, el conductor de Riina, y Salvatore Biondo, conocido como "el corto".
Para cubrir a los sicarios, estaban apostados en las escaleras del edificio de enfrente Calogero Ganci, Nino Madonia y Francesco Paolo Anzelmo, quien luego se convirtió en colaborador de la justicia.
Con esa emboscada, Motisi obtuvo una "promoción" por méritos criminales especiales: luego se convirtió en capo de la "famiglia" Pagliarelli, un rol que, por cierto, su tío Matteo había ocupado durante muchos años.
Pero ese cargo le fue revocado por orden del jefe Nino Rotolo, según relatan algunos delatores, porque se sospechaba de una gestión desordenada de la caja de la "famiglia". No se tomaron otras medidas punitivas. Y a pesar de estos antecedentes, que podrían haberle hecho perder algunas posiciones, Motisi permaneció en la lista de grandes buscados.
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