Francisco ya intervino el año pasado, el 12 de mayo de 2023, en los Estados Generales de la Natalidad, entonces en su tercera edición, con un discurso a favor de "políticas visionarias" contra "el invierno demográfico" en la misma sesión de trabajo en la que estuvo la primera ministra Giorgia Meloni.
"Gracias al Santo Padre por haber aceptado una vez más nuestra invitación a los Estados Generales de la Natalidad", declara Gigi De Palo, presidente de la Fundación para la Natalidad.
"También este año trataremos de poner en el centro de la atención pública la emergencia demográfica, pero es necesario pasar del análisis a la síntesis; ha llegado el momento de ir más allá de las palabras", advierte.
"No podemos detenernos en comentar los datos, sino que debemos pasar a la concreción, que pedimos principalmente a la política, buscando juntos soluciones visionarias a un problema que pone en riesgo la sostenibilidad del país", destaca De Palo.
Esta edición, además, "está dedicada a los jóvenes, con ellos y para ellos hablaremos del futuro. No se trata de convencer a los jóvenes a tener hijos, sino de crear las condiciones políticas para que estén en condiciones de realizar sus sueños laborales y familiares. En esto radica el futuro de nuestro país".
El día que estará Francisco participarán también ministros como Eugenia Roccella, Giuseppe Valditara (vídeo), Giancarlo Giorgetti, Matteo Salvini, Antonio Tajani, el alcalde de Roma Roberto Gualtieri, líderes de partido como Maria Elena Boschi, Carlo Calenda, Giuseppe Conte, Elly Schlein.
Mientras tanto, con miras al primer Día Mundial de los Niños del 25 y 26 de mayo, el Papa ha concedido una entrevista a la revista mensual de Trenitalia 'La Freccia'.
"Son ellos", explica, "quienes custodian un sentido de la belleza aún intacto. Este intercambio puede traer una verdadera esperanza de cambio para todos". El deseo es "crecer sin perder la sencillez. Y la sencillez de un niño no es la misma que la de un joven o un adulto".
Y hoy el Pontífice, en una Carta a los Párrocos de todo el mundo de cara al segundo Sínodo sobre la sinodalidad, asegura que "la Iglesia no podría avanzar sin su compromiso y servicio".
"Una Iglesia sinodal necesita de sus párrocos: sin ellos nunca podremos aprender a caminar juntos, nunca podremos emprender ese camino de la sinodalidad que 'es el camino que Dios espera de la Iglesia del tercer milenio'". Y "si las parroquias no son sinodales y misioneras, tampoco lo será la Iglesia".
Por lo tanto, la invitación a los párrocos es ser "constructores de una Iglesia sinodal misionera" y comprometerse "con entusiasmo en este camino". "Necesitamos seguir escuchándolos", concluye Francisco, mirando hacia la asamblea sinodal de octubre.
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